miércoles, 27 de octubre de 2010

Capítulo I: Días de frío y huevos

Día 1: 18 de agosto de 2010

Salimos de casa en dirección a Trafikanten, donde se encuentra la estación central de tren de Oslo. Allí tomamos un tren que nos conduciría al aeropuerto de Gardemoen, donde subimos a un avión con destino a Narvik. El vuelo fue tranquilo y las vistas espectaculares. Tuvimos la grandísima suerte de tener un tiempo buenísimo. El cielo estaba despejado y pudimos ver desde el aire algunos glaciares. Impresionante. Tras el aterrizaje cogimos nuestras cosas y nos dispusimos a bajar del avión por una escalerilla que nos conducía directamente a la pista. Blasfemia. Blasfemia. Blasfemia. Blasfemia. Quizás este sea un buen momento para hacer ciertas aclaraciones. Hacia el 18 de agosto en Oslo todavía hacía calor (dejémoslo en que estaba templado/agradable). Narvik se encuentra en el círculo polar ártico. No importa que sea agosto, está frío. Ese choque térmico fue el que produjo que cada uno de los miembros del grupo (bueno, igual uno no lo dijo, pero los demás sí) profiriera una blasfemia al encontrarse con la suave y aterciopelada caricia de la brisa polar.
Tras esta primera toma de contacto recogimos la maleta de uso comunitario y nos dispusimos a conocer al coche que habíamos alquilado. Sin embargo, el destino decidió que el coche que habíamos pedido no estuviera disponible, pero a cambio nos ofrecieron un Suzuki Alto. Creo que llegado dicho punto todos pensamos aproximadamente: Cojonudo, suena a coche grande, vamos a ir amplios. Pero hubo un pequeño e inquietante detalle que llamó nuestra atención. El señor del alquiler de coches nos dijo: Espero que seáis muy buenos amigos. ¡¡ Tchan tchan!! Procediendo a situar mosca detrás de la oreja. Cogimos las llaves y fuimos hacia el parking manteniendo nuestra gran alegría y buen humor. Allí estaba un Suzuki Alto de color blanco que debido a su matrícula bautizamos con el nombre de El Pepemóvil. Existen en el manuscrito original ciertas anotaciones en relación con nuestro medio de locomoción.

“El viaje hace horas que comenzó y nos sentimos más unidos que nunca. ¿El motivo? Esto es un huevo con ruedas. Suzuki Alto. Pero ni alto, ni ancho, ni largo. Tamos apretujaos. M.A conduce.”

El tipo de la empresa de alquiler tenía toda la razón del mundo. El coche era verdaderamente pequeño y para que todos y todo entrase era necesaria una tesis sobre cómo jugar al Tetris.



“Actualmente el contenido de la parte trasera del coche es una N, una Beatriz, un trolley, dos mochilas, una bolsa de deporte además de pan de molde y agua. Conclusión: Achuchurramientus Maximus.”

Pero somos jóvenes, alegres, distendidos y capaces de sonreír incluso en situaciones complejas.






Continuará...

jueves, 21 de octubre de 2010

LA SAGA DE LOFOTEN. Preludio.

Hace aproximadamente dos meses cuatro asturianinos se adentraron en un lugar que ninguno de ellos (bueno, uno sí) esperaba visitar en la vida. Hoy en día esos cuatro asturianinos son buscados todavía por el gobierno y sobreviven como soldados de fortuna, pero si usted es la hija de un granjero y se encuentra en problemas seguro que podrá contratarlos. Un momento. Me acabo de liar con la cabecera del Equipo A. En realidad esos cuatro asturianinos eramos mi hermano (M.A.), mi novio Dani (dicho así parece que tenga varios), mi amiga N y la que aquí escribe.
Nos adentramos en las islas Lofoten en las frías tierras del norte de Noruega ya dentro del círculo polar ártico. Fue un viaje cargado de experiencias. Muchos de aquellos momentos se conservan en nuestra memoria, otros están plasmados en fotografías y otros en el primer documento que se escribió bajo el título de “Pingüinos en Laponia”. Se trata de un sencillo bloc de notas donde anoté algunas de las cosas que nos pasaron. El otro día revisándolo me dí cuenta de que muchas de ellas se me habían olvidado ya. Así que he tomado la decisión de escribir ahora (y compartir) los hechos que acaecieron entonces antes de que mi memoria los vaya borrando y se pierdan como lágrimas en la lluvia. 

Así da comienzo La saga de Lofoten.




Lofotensagaen. Preludium.


For ett år og to måneder siden reiste fire spanjoler til et sted de aldri hadde tenkt de skulle besøke. Disse spanjolene var min venn N, broren min Miguel, kjæresten min Dani og jeg. Vi besøkte de kalde Lofoten øyene i Nord-Norge. Dette var en reise med mange erfaringer. De fleste av dem er i våre minner, andre er på bilder, og noen var skrevet i det første dokumentet som hetet ’Pingviner i Lappland’ . Det var en notisbok hvor jeg hadde skrevet noen ting som hadde skjedd. Men for noen dager siden leste jeg blokken og forsto at jeg hadde glemt mange ting. Så jeg vil skrive og dele dem på bloggen før de er tapt lik tårer i regnet.

domingo, 17 de octubre de 2010

Episode V: Brunettes strike back

Con la llegada del otoño estoy empezando a notar un fenómeno importante, la disminución de las horas de luz. La oscuridad empieza a apoderarse de la ciudad, pero no sólo de ella. La oscuridad ha comenzado a invadir las cabelleras otrora rubias de las vikingas, que con el cambio de temporada parecen haber decidido unánimemente teñirse de castaña o morena. Así es amigos, las noruegas ya no quieren ser rubias.

Es curioso observar este suceso, aunque tampoco es novedoso. ¿Cuántas rubias de bote hay en España? No me parece mal perder la exclusividad de la melena morena (que tampoco la tenía porque aquí hay mucha inmigración), lo que me llama la atención es ver cómo chicas que estarían muy guapas con su color de pelo natural se ponen uno que hacen que resalte exageradamente lo blancas que están. Aunque lo mismo es que son fans de Crepúsculo, nunca se sabe. De esta saga ya hablaré en un post futuro, porque es como para echarle de comer aparte. Muchas veces en España recuerdo haber visto mujeres rubias (de bote) con las raíces negras asomando y pensaba que eso quedaba horroroso. Sin embargo, en Noruega (aunque supongo que también pasará en otros países) se produce a veces el fenómeno contrario: morena de bote y raíces rubias. Es aun peor. Este fenómeno da lugar a un efecto visual por el cual se confunden las raíces rubias con ausencia de pelo. Este hecho puede ir en ocasiones ligado, aunque no necesariamente, a otro factor: si tienes el pelo muy fino y eres rubia no pasa nada, apenas se nota y sigues estando mona, pero si te tiñes de morena parecerá que tienes 4 pelos contados.

Estoy hablando mucho de las chicas, pero lo de teñirse no es sólo cosa suya. Es impresionante la cantidad de vikingos (rubios) que se tiñen de morenos. Me consta que en general son muy de gimnasio y de modernismos (lo último son las gafas de Treholt), pero no me esperaba esa coquetería.


Mención aparte merecen las chicas de origen indio o pakistaní que se tiñen de rubias con el bien conocido resultado de pelo amarillo pollito que tampoco es especialmente favorecedor.

Podría resumir diciendo que para gustos hay colores y que uno nunca está a gusto con lo que tiene. Así que siempre nos quedará la opción de cortarnos el pelo bien cortito y teñirlo con estampado de leopardo sobre fondo verde (visto en Oslo no ha mucho tiempo atrás).

Ha det bra!

lunes, 11 de octubre de 2010

¡¡¡Ochobrefest!!!

Estamos en Octubre. Vamos a ver, ¿qué cosas pueden pasar en Oslo en Octubre? La temperatura empieza a bajar más de lo que nos gustaría a muchos, se caen las hojas, los españoles que estamos aquí pensamos en el puente que se estará cogiendo la gente en España por la fiesta nacional y al final del mes se celebra Halloween (la americanada de turno, ¡qué se le va a hacer!). Un momento, hay algo que se me pasaba por alto. Algo importante. ¡¡¡OKTOBERFEST!!!

Como todo el mundo sabe, lo bueno se suele exportar y esta fiesta alemana no iba a ser menos. El otro día pudimos disfrutar de ella en el Chateau Neuf (el bar de la asociación de estudiantes de la Universidad) que montó una carpa para que pudiera entrar todo el mundo.

¿Qué se puede encontrar en una fiesta de este tipo? Música alegre y distendida, salchichas y cerveza, cerveza y más cerveza.

Empecemos por el final, la variedad de cerveza era amplia y, teniendo en cuenta lo que es Noruega, era barata. Para los que se pregunten si la servían chicas guapas con los escotados vestidos típicos alemanes, la respuesta es no. De hecho debía de ser yo de las que más escote llevaba.

La comida no era gran cosa y había poca variedad, en general era todo salchichas con patatas y verduras. Sin embargo hice un descubrimiento personal interesante: no me gusta ni lo más mínimo el sauerkraut.

En mi opinión lo mejor era la música. A veces tenía la sensación de estar en una fiesta de práu. De vez en cuando tocaba una banda (con mucho metal) de señores vestidos de tiroleses. Nos deleitaron con grandes canciones como “Los pajaritos” (fue impactante ver a toda una carpa de noruegos borrachos bailando esa elegante danza), “Dschinghis Khan” (del grupo homónimo) o “¡Que viva España!, esa que cantaba Manolo Escobar, pero en alemán. Sin embargo mi canción favorita era otra que ponían cada cierto tiempo y que todavía no he conseguido sacarme de la cabeza. De cada tres canciones que tocaban una de ellas era esta y cada vez que sonaba todo el mundo se levantaba, la cantaba y agitaba en alto sus vasos de cerveza, y si no lo hacías alguien te daba la chapa hasta que te unieras a ellos. Era divertido, aunque llegado cierto punto podía resultar cansino.


¿Hemos alcanzado ya las cotas más altas de surrealismo posibles? No. Aun quedan por mencionar los sombreros con forma de barril (con grifo incluido), la mayor concentración de hombres morenos de bote que haya visto en mi vida, el hecho de que yo fuera paseando por todo el recinto de la fiesta un ejemplar de “EL PAÍS” y sobretodo Mambo Kurt.

Mucha gente se preguntara: ¿quién carajo es Mambo Kurt? La respuesta es difícil. Su aspecto se asemeja al del Chaval de la Peca: calvo y con gafas desfasadas (o a la última, depende de quien lo mire) de color amarillento. El individuo en cuestión va acompañado de una especie de organillo que uno bien podría imaginarse en una iglesia modesta. Con dicho instrumento el señor Kurt interpreta canciones (por ejemplo de Rammstein) un poco en plan música de boda, pero en versión polka. Dicho así es fácil pensar que es un superfriki. Es posible que lo sea, pero la gente lo adora y baila sus canciones como si les fuera la vida en ello. Quizás la cerveza puso algo de su parte. El señor incluso se permitió el lujo de subir al escenario a una chica noruega para que bailara con él, y bailó.


Y esto es más o menos lo que experimenté en el Oktoberfest. Sólo me queda por añadir un dato interesante de carácter socio-científico. La sociabilidad de los noruegos aumenta de forma directamente proporcional a la concentración de etanol en sangre. Esto es un hecho que puede aplicarse a muchas culturas, sin embargo los noruegos en lugar de seguir la habitual tendencia lineal presentan una sociabilidad que se incrementa de forma exponencial.

Ha det bra!

sábado, 9 de octubre de 2010

Babelín na mio cabecina

Ya son dos los meses que llevo en este cada vez más frío país y hay una cosa (otra además del frío) de la que es imposible escapar: el idioma. Es verdad que esta no es mi primera toma de contacto, sino que aquello sucedió hace dos otoños (o dos primaveras dependiendo del hemisferio desde el que se interprete). En septiembre de 2008 descubrí lo cantarín que es el noruego, en mi opinión está a los niveles del gallego, o del mierense. Tengo que decir que ver a señores vikingos que me sacan una cabeza (o más) cantando de esa forma alegre y pastoril puede resultar un tanto risible, pero lo peor no es eso. Lo peor es que se pega con una facilidad pasmosa, por lo que es realmente fácil encontrarse hablando tranquilamente en español con una hermosa melodía noruega, ikke sant?

Aquel tiempo quedó atrás, era sólo una incursión ocasional, no hacía falta entenderlo porque en Noruega es fácil sobrevivir con el inglés. Pero ahora las cosas son diferentes. Me espera una larga estancia en esta ciudad y a decir verdad creo que es la forma más práctica de eliminar los gcdhgcestroncios créditos de libre configuración. Así que dos veces por semana servidora se va a clase de noruego bien tempranito (8:15. ¡Debería ser ilegal!). Me quejo mucho de la hora, pero en verdad sería justo y necesario no hacerlo porque la escogí voluntariamente y sin que nadie me coaccionara. La ventaja que tiene es que me cunde más el día. La clase es medio en noruego medio en inglés, así que tampoco es difícil de seguir. Quien cuente con conocimientos previos de alemán lo tendrá mucho más fácil.

Personalmente he de reconocer que me gusta, es un poco como estar en parvulitos, pero cuando vas en el metro o el tranvía y empiezas a coger palabras entre tanto kri-kri-kri, ikke sant? la ilusión que te hace es tremenda (o al menos a mi me la hace, se me hace feliz con poca cosa).

Sin embargo, hay problemas que pueden generarse en caso de poligloticidad elevada. Al hablar varios idiomas en tan corto espacio de tiempo resulta difícil gestionarlos. Por ejemplo, entras en clase noruego, donde también se habla en inglés, al salir te encuentras con un conocido hispanoparlante y, por supuesto, hablas en castellano y después (en mi caso) llamas a un familiar con quien hablas asturiano. Resultado: al final no hablas ningún idioma completamente bien. Hecho que a mi me resulta exacerbadamente irritante. También me gustaría comentar que las cuatro cosas de francés que aprendí allá en el instituto (lo dejé allá por 4º de la E.S.O.) se resisten a borrarse de mi cerebro e interfieren con el noruego haciéndome así la puñeta.

Espero que esta entrada sirva para que se entienda un poco mejor cómo se lleva el noruego, también para que los que saben cómo se lleva y lo llevan mal se consuelen y para exponer lo poco que sufro y lo mucho que me quejo. Esto es todo por ahora. Ha det bra!

lunes, 4 de octubre de 2010

¡Ya es otoño en El Corte Noruego!

Llega el otoño. Cambio de estación. Ay, cambios, cambios y más cambios. Recuerdo cuando empecé en la Universidad. Ante mis jóvenes e inexpertos ojos se abría un nuevo mundo. Tantas cosas nuevas … Por ejemplo, la forma de vestir. En los primeros días de aquel otoño de 2005 recuerdo que una mañana estaba sentada en el pasillo esperando para entrar a clase cuando vi a un chico de extraño aspecto: gafas de pasta negras, pantalones cortos, calcetines de rombos ultraestirados. Veredicto: este en mi instituto no dura ni 5 minutos. Y es que en los institutos de les Cuenques la vida ye así. Salirse de la norma implica jaleo con los macarras de turno. Y en aquella época no cumplir la etiqueta de: vaqueros, sudadera con capucha (por supuesto de marca) y playeronos; era pecado mortal. La pregunta: ¿a cuento de qué viene todo este rollo? Pues a una imagen que mis ojitos miopes vieron el otro día. Caminaba yo hacia mi casita cuando vi a un tipo con cara de macarra, mirada de macarra, forma de caminar macarra  y un pijamita de cuerpo entero (tipo bebé) de color lila, eso sí, llevaba capucha y además puesta, así como una gorra de rapero con logotipo oficial, como debe ser. Ya había visto atuendos similares en escaparates, pero nunca puesto y mucho menos en un tío con ese corte de chungo. Pasé un mal rato porque no sabía hacia donde dirigir mi mirada sin escojonarme de risa de forma escandalosa en su misma cara. En especial, porque el color del pijama me provocó una de mis clásicas cascadas de conceptos que suelen derivar en paja mental. Pijama. Grande. Lila. Noruego. Vikingo. Casco. Cuernos. Pijama-Lila-Cuernos. Algo similar a un cuerno: tubo. Pijama-Lila-Tubo:

¡¡¡¡TINKY WINKY!!!!


Lo que más me aterra de este elemento fashion es que se traslade a otros países. Me cuesta imaginarme a los macarras de mi instituto de generaciones venideras luciendo un atuendo de este calibre horteril, pero nunca se sabe …

domingo, 3 de octubre de 2010

Una nueva era

Puede que sea un comienzo extraño. Un comienzo después del principio es raro, pero todo tiene su explicación lógica (o no). Al llegar a este alegre y distendido país tomé la decisión de escribir un blog, pero como siempre había alguna otra cosa que hacer no abrí uno de verdad sino que me dediqué a escribir en el tuenti. Hoy, que está oscuro, frío y llueve doy comienzo a este blog porque el título es cojonudo y tenía que ponérselo a algo, aunque reconozco que no es una idea original mía sino de mi hermano. Así que recopilo lo anteriormente escrito y posteriormente comenzaré a añadir nuevas entradas. 
No soy un genio de la literatura, puedo tener ideas extrañas y en ocasiones políticamente incorrectas, pero mi intención no es ni dármelas de escritora, ni crear opinión ni nada por el estilo, simple y llanamente pasármelo bien contando lo que veo, lo que imagino y hacerlo jugando con las palabras, aunque luego sólo me entiendan 4 gatos. Eso es todo. Miau!

Tarde de domingo rara

Ahora que estoy en estas lejanas tierras evoco con frecuencia momentos de mi pasado. Recuerdo una conversación con unos amigos hablando de la opera. Todos ellos decían que les gustaría ir alguna vez a la opera y yo con la dulzura que me caracterizaba en aquellos tiempos les decía: 'Pche, pues a mí no me llama eso.' Ese 'pche' que emití con un cierto cariz despectivo se transformó con el paso de los años en un hermoso escupitajo que ayer aterrizo sobre uno de mis ojos. ¿Por qué digo esto? Porque ayer domingo Dani me invitó a la opera, y con ese precio no me podía negar. La obra: Carmen; y Beína pensando: Bueno, si está en francés lo mismo me entero de algo. Empieza la función. 'Hmm, creo que tengo el francés oxidao'. Dani: Están cantando en noruego. Ouch! Así es, la obra estaba ambientada en Noruega. En lugar de soldados franceses había seguratas y un tío de la politi se pasaba por ahí de vez en cuando. La gente que está para hacer bulto en estas cosas es siempre muy interesante. Así, entre los gitanos había un paisano con una gorra p'atrás(como si fuera el príncipe de Bel Air) que parecía un personaje de relleno de los que ponen en Muchachada Nuí. No faltaba el Paaapa de turno y todos los primos. El chico malo parecía un moderno recien salido de Bla(con circulito), una de las putas se ponía a chutarse en medio del escenario como si estuviera en Trafikanten, el protagonista masculino se ponía a mandar mensajitos por el móvil en medio de la representación y el chico malo tenía un perro majete que movía la colita alegremente. En todo este contexto era un poco difícil encajar un tablao flamenco, pero lo hicieron. Apareció en el escenario una especie de portería con luces de neón de color rojo y una bailaora(noruega) y un supuesto bailaor que estaba ahí porque parecía latino, aunque en realidad era marroquí. Esto me produjo un maremagnum (Barluenga estaría orgulloso de mí) de conceptos abordando mi mente: un hombre, una mujer, una portería, rojo, España...Ostias!!! Si son Casillas y la Carbonero en el Mundial! Lo cual me conduce a uno de los momentos más surrealistas y que, por tanto, más me gustaron de la velada. Se cierra el telón. Aparecen en el escalón del escenario sentados 3 tipos bebiendo cervezas y ataviados con la camiseta y la bandera del Lillestrom, un equipo de futbol de la zona. Había partido ese día(creo) y debían estar comentándolo. Posteriormente aparecen por los pasillos del patio de butacas los hinchas del Va(o)llerenga, de Oslo y empiezan a gritar el nombre de su equipo y a abuchear a los otros. Quiero hacer aquí un inciso y recordar que estábamos en la representación de 'Carmen', así que el grado de surrealismo era máximo. Resumiendo, mi valoración es muy positiva. Me encantó. Fue muy bonito y divertido, qué más puedo pedir? Ah sí, la música también estaba bien...XD
06-09-2010

Sábado salvaje

Así es, amigos, este fin de semana ha sido bastante surrealista. Oh sí, me encanta el surealismo!!! El sábado por la mañana decidimos Dani y yo ir de forma alegre y zalamera al bosque (Sognsvann) para pasar una bucólica jornada desempeñando el oficio más antiguo que existe: la recolección. Así que empleamos buena parte de la mañana cogiendo frambuesas y arándanos para nuestro disfrute personal. Este hecho hizo que pareciera que tuvieramos las manos manchadas de sangre. El morado es un color muy elegante para las uñas. Más adelante, una vez que me quedé hasta los estroncios de andar con el espinazu dobláu, nos dedicamos a caminar por el monte con gran alegría y con buen humor. Para aquellos que no conozcan a los noruegos he de decir que no se caracterizan por tener señalizaciones precisas y que eviten que la gente se pierda, sino más bien lo contrario. En el bosque es frecuente encontrar señales que ponen, por ejemplo, Sognsvann 3 km; y después de caminar media hora en la dirección indicada: Sognsvann 3.5 km. QUEEEEÉ????!!! Pues guiados por señales de esta índole llegamos a un lugar donde el camino se nos truncó por un enorme charco de fango, que era impracticable, al menos sin madreñes o unas botas que llegarán por encima de la rodilla. De este modo decidimos dar un 'pequeño' rodeo por fuera del camino trazado para salvar ese obstáculo. Traduciendo: nos metimos por lo que es el BOSQUE, con todo lo que ello conlleva: suelo de moqueta mullidita(y mojadita), barro y hojas(la pareja perfecta) y ramas de árbol que se meten por la cara. Llegados a este punto, amiguitos, quiero daros un consejo: no seáis gilipollas y no llevéis pantalones cortos al bosque. La base para afirmar esto es que gracias a las ramitas parece que por mis piernas hubiera intentado subir un adorable gatito. Pero volvamos al relato de los acontecimientos. ¿Dónde estaba? Ah sí, caminando bosque através. Si el sábado no nos encontramos un alce ya no nos lo encontraremos nunca. Cuando por fin terminamos de dar el rodeo (30 min aprox.) llegamos al camino original. De acuerdo al cartelito que nos encontramos habíamos avanzado (gracias al maravilloso paseo salvaje) la friolera cantidad de 0.5km. O sea, pa pegase un tiru mierda! Luego proseguimos nuestro camino(largo y frío) sin grandes cosas que destacar, salvo que topamos una pareja de asturianos y una taza de Epi y Blas. Llegamos a casina mayaos lo cual hizo que declinaramos la invitación que habíamos recibido para ir a una fiesta. Y eso viene a ser todo. Ah, sólo un dato más, durante lo que quedaba de sábado y el domingo nos pusimos cérdidos a frambuesas y arándanos.

Próximamente una nueva entrega...

06-09-2010

Estimada doña Noruega, ¿me da permiso para residir?

Hoy voy a hablar de qué hacer para conseguir el permiso de residencia. Para empezar, tengo entendido que esto también se hace durante esa semana de bienvenida en la Uni (no os fiéis demasiado de mí que ando empanada un alto % del tiempo). Pero yo como soy muy espabilada (sarcasm!) decidí hacerlo por mi cuenta y riesgo. Asumo que todo el que venga ahora en agosto ya se habrá registrado online en la policía. Ahora hay que aclarar una cosina esos documentos que nos dice la página no se enseñan en cualquier oficina de la Politi, si no en Inmigración. Es el edificio 15b y se encuentra en Schweigaardsgate. Los horarios que tiene es de 08:15 a 12:00 de lunes a jueves, los viernes es de 08:15 a 11:00. Según mi propia experiencia esta petadísimo de gente. Yo llegué a las 08:05 y ya había una cola enorme(me tocó el número 52 si a alguien le sirve de referencia). Cuando salí eran las 09:50. Así que resumiendo, si alguien quiere hacerlo por su cuenta, se requiere paciencia, ir acompañado y/o llevarse algo pa leer. Ahora vamos al tema de la documentación. Pasaporte y Letter of Admission. A mí no me pidieron la tarjeta sanitaria europea, aunque por precaución la llevaba conmigo. Habrá gente que se pregunte lo de cómo demostrar que se dispone de dinero. Yo no llevaba ningún papel que lo demostrara porque alguien me había comentado que no hacía falta. La chica que me atendió me pidió un documento que dijera que era solvente. Le dije que no lo tenía y lo que hizo fue darme un folio y decirme que se lo escribiera en ese mismo momento y lo firmara. Y eso es todo. Al final me dio el papelín del Permiso de Residencia y me fui alegremente(pensaba que iba a ser más difícil).
Eso es todo.

10-08-2010

Yo no vine a este país a pasar calor!!!

Así es amiguitos, lleva un par de días haciendo un calor de mil demonios. Pa que os hagáis una idea: dormir con la ventana abierta y hoy todo el día en camiseta de tirantes y pasando calor. No me esperaba esto. Creo que ya lo escribí en algún, pero para aquellos que vengáis a Oslo y tengáis intención de ir de museos la entrada al de los barcos vikingos es gratis para los estudiantes de la universidad de Oslo, porque el museo pertenece a ella. No sé si esto pasará con más museos, si me entero ya informaré.
Esto es todo por hoy.

08-08-2010

Funky town

Lo prometido es deuda. Dije que no conseguiría escribir un blog día a día y lo voy a cumplir. Pero como la gente pregunta qué tal me va y demás pues escribo aquí un puquiñín y contesto a todos.
La pregunta más repetida es: Qué tal el tiempo? Y la respuesta a esta pregunta es: El tiempo hace lo que le sale del mismísimo bipy. Por ejemplo ayer. Estuvo nublado a ratos, hizo sol a ratos, orbayó un poco y de tarde llovió a xarraes, truenos incluidos(por supuesto en el momento que yo dije: voy a salir). La temperatura es de verano asturiano: camiseta de manga corta y chaquetina, sin ser contundente y que se pone con intermitencia. Así que ni frío ni calor(exactamente). Eso sí, hay una cosa que molesta mucho: la humedad. Aunque no esté especialmente frío la humedad da una sensación de bochorno molesta. Esa misma humedad es la que está provocando que mi pelo se vuelva funky. Así que a lo mejor me cogen pa hacer un anuncio de telefonía móvil :P
Esto es todo por ahora, hasta que vuelva a tener ganas de escribir.
Bye ;)

06-08-2010