lunes, 21 de febrero de 2011

Staying alive!

Aunque cueste creerlo el blog sigue abierto. La causa de mi retiro quedó explicada en la anterior entrada. Llevo un mes sumida en un maremágnum (siempre que uso esta palabra me acuerdo de Barluenga) de laboratorios orgánicos y analíticos, informes y un proyecto sobre lentes de contacto poliméricas, ¡pa que veas! A estas alturas tengo los laboratorios de analítica prácticamente terminados, aunque tenía la mitad de tiempo que el resto de la gente todavía me quedaron días libres. Es interesante, pero no es un laboratorio feliz. Pero, ¿qué es un laboratorio feliz? Pues un laboratorio seguro. El laboratorio de orgánica es de pocos días a la semana, pero intensos (8:15-17:00). Cuando empecé entraba de noche y salía de noche. Pues el profe de este laboratorio es un cachondo. Nunca antes me habían dicho: Get the hell out of my lab! (¡Piraros de mi laboratorio!). Nuestro neozelandés favorito ye el gallu'l gallineru, pues todas las estudiantes somos chicas. La cifra asciende a la desorbitada cantidad de 5 estudiantes. ¿Masificación de aulas? Eso no se conoce en la UiO, al menos no en el Kjemisk Institutt. El ambiente es familiar y la música lo hace más llevadero, a no ser que pongan el equivalente a los 40 principales noruegos, esos días Barbra Streisand me sale por las orejas. UH-UH-UH-UH-UH-UH-UH-UH-UH-UH-UH-UH-UH. ¡Barbra Streisand! 

Pues aparte de esto poco más puedo contar. Frío. Hielo. ¡Esto es Noruega! Eso sí, he hecho una interesante adquisión. Me he comprado cadenas para los pies. Son unos artilugios que se colocan sobre el calzado y permiten caminar sobre la nieve y el hielo sin escoñarse irremediablemente. 

Esto es todo lo que puedo contar por ahora. Bueno, puedo contar una cosa más. Dani quiere que mencione que mientras escribo estas líneas tengo un tirabuzón en el pelo atrozmente adorable.

¡Hasta pronto!