lunes, 24 de diciembre de 2012

5 en 1

En estas fechas tan señaladas (el solsticio de invierno) me llena de orgullo y satisfacción (bueno, lo mismo no tanto, esto es un recurso estilístico/humorístico) hacer balance del año que está a punto de terminarse y que a mí me ha cundido como si fueran cinco años.

Comencé en enero con atracones navideños, aunque los más intensos y que más me afectaron física y psicológicamente fueron los atracones de estudiar que me pegué con el objetivo de terminar la carrera. Cuando se estudian más de diez horas al día uno empieza a descubrir los umbrales de la locura. Afortunadamente el esfuerzo (sobrehumano) dio sus frutos y a finales de enero terminé mi Licenciatura en Química. Cuando llegas al punto que has estado deseando alcanzar durante muchos años resulta absurdo descubrir que la primera pregunta que se plantea es: y ahora qué?

Mi segundo año de este 2012 comenzó en febrero y se centró principalmente en el estudio del idioma noruego y la búsqueda de trabajo. Los hados decidieron que en la segunda semana de búsqueda una empresa mostrara gran interés por mí haciéndome creer que ésta sería una misión fácil, pero se ve que el hecho de ser extranjera me convierte en un sujeto peligroso y eso hizo que el interés desapareciera. Hoy me alegro de no haber trabajado en esa empresa porque me habría supuestos graves conflictos morales. 

La búsqueda se prolongó y prolongó sin respuesta positiva alguna. Hasta que en mayo me surgió una entrevista en Mo i Rana, lugar al que fui y del que volví en el mismo día gastándome la salud en los 4 vuelos que tomé, perdiendo esperanza y ganando desconfianza. Ahí llegué a la conclusión de que por muy europea que sea no dejo de ser una inmigrante.

Tras esta experiencia y los exámenes de noruego (que aprobé satisfactoriamente) recurrí a NAV (el INEM noruego) con la esperanza de que me ayudaran a conseguir lo que yo no podía conseguir por mí misma. Había oído hablar de la posibilidad de hacer prácticas en una empresa con la ayuda de NAV. el mecanismo es sencillo: tú te buscas una empresa les convences para trabajar gratis para ellos y a cambio ellos reciben dinero de NAV y tú también un poquito. Parece un chollo para la empresa, pero todavía los hay que dicen que no. Sin embargo, conseguí acordar con una empresa unas prácticas para después del verano. Había conseguido mi primer miniobjetivo, unas prácticas que me aportaran algo de experiencia laboral que poner en mi triste currículum. 

El verano en Asturias fue mi tercer año y posiblemente el peor. Aunque mi circunstancia personal, es decir, la mía como ser individual, no estaba tan mal las circunstancias de las personas de mi alrededor eran francamente malas. Fue el verano del "es lo que hay", es decir, la depresión hecha frase. 

El cuarto año comienza en agosto al volver a Oslo y estuvo marcado en su principio por la ilusión de la entrada en el mundo laboral. Cambios y cosas raras, como acceder a ser entrevistados para el programa de 'Asturianos por el mundo', creando así un fósil audiovisual de una vida pasada. La ilusión fue poco a poco desapareciendo hasta sentirme como una becaria española en territorio noruego. Hasta que un día un SMS atrasado en el tren de vuelta a casa me dio un pequeño rayo de esperanza. Me ofrecían una entrevista de trabajo en un sitio recóndito de la recóndita provincia de Møre og Romsdal. Todo pasó muy rápido. Concertar la entrevista, reservar los vuelos e ir físicamente a la entrevista pasó todo en sólo 3 días. La desconfianza que creció en mí durante los anteriores años de este año me dijo que no me hiciera ilusiones, pero se equivocaba.

Ahí comienza mi quinto año. Apenas un mes después de mí cumpleaños cuando me prometí a mí misma que conseguiría un trabajo fijo antes de los 26 mi objetivo se cumplió. Siguiente misión: cambiar de vida radicalmente en poco más de 15 días. Buscar casa, anuncios en periódicos locales, el teléfono sonando a todas horas descubriéndome que el dialecto con el que me iba a encontrar era ininteligible para mí, buscar coche, papeleos con NAV y un largo etcétera de cosas hasta encontrarnos en el momento presente donde escribo desde el salón de la casa de impresionantes vistas que conseguimos alquilar y satisfecha por el trabajo en la pequeña empresa de aceite de pescado y calamar. A ver si aquí descubro los secretos de los omega-3 para así poder durar otros 80 años.

Llegar a este punto no habría sido posible sin el apoyo, los consejos, las palabras de ánimo o los actos de valor de mucha gente como Jojie, Dilshat, Juan Antonio, Ahmed, Soledad, Jose Ramón y Nieves, entre mucho otros, además de, por supuesto, mi familia, mis amigos más cercanos y mi Dani. 

Feliz solsticio a todos. Celebremos la luz.


2 comentarios:

  1. Cuaderno de viaje de nuestros reporterosAsturianos en Oslo- enero de 2013Luis Serrano
    Oslo no te da esa sensación de estar en una gran capital europea, bien por su extensión o por su población que no supera los 600mil habitantes. Allí disfrutamos de un final de verano con nuestros paisanos, quienes se desvivieron por mostrarnos una hermosa y apacible ciudad, la más segura del mundo donde la policía no lleva pistola cuando patrulla las calles, y no es por su eficacia contra la delincuencia sino porque directamente no la hay. Quizás por este hecho, un hombre, y sólo un hombre, entró en la historia negra del país nórdico al cometer uno de los ataques más sangrientos que ha sufrido el país nórdico desde la II Guerra Mundial tras matar a 77 personas, ocho en el centro de la capital y el resto, todos adolescentes, en la isla de Utoya. Con Daniel y Beatriz recorreremos la zona cero del atentado y nos adentraremos en la historia más antigua de la ciudad.

    A parte de la seguridad, Oslo presume de ser la capital mas cara de Europa y una de las del mundo. Para dar cuenta de ello, Raquel nos lleva hasta un supermercado para comprobar la diferencia de precios en productos de primera necesidad, para después explicarnos que un río divide a Oslo en dos zonas, la rica y la menos adinerada.

    Gabriel y Carla decidieron comenzar su nueva etapa en Noruega y ellos nos mostrarán el fiordo de Oslo y una de sus 42 islas.

    Javier nos llevará hasta el punto más alto de la ciudad, el Holmenkollen, el trampolín de esquí más moderno del mundo. Allí arriba disfrutaremos de las vistas más verdes de la capital.

    Por último, Secundino “Cundi” asturiano de pura raza nos llevará a degustar la gastronomía típica de Oslo.

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  2. No salió este Lunes ,será el próximo...supongo. Saludos del primo javier.

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