miércoles, 27 de octubre de 2010

Capítulo I: Días de frío y huevos

Día 1: 18 de agosto de 2010

Salimos de casa en dirección a Trafikanten, donde se encuentra la estación central de tren de Oslo. Allí tomamos un tren que nos conduciría al aeropuerto de Gardemoen, donde subimos a un avión con destino a Narvik. El vuelo fue tranquilo y las vistas espectaculares. Tuvimos la grandísima suerte de tener un tiempo buenísimo. El cielo estaba despejado y pudimos ver desde el aire algunos glaciares. Impresionante. Tras el aterrizaje cogimos nuestras cosas y nos dispusimos a bajar del avión por una escalerilla que nos conducía directamente a la pista. Blasfemia. Blasfemia. Blasfemia. Blasfemia. Quizás este sea un buen momento para hacer ciertas aclaraciones. Hacia el 18 de agosto en Oslo todavía hacía calor (dejémoslo en que estaba templado/agradable). Narvik se encuentra en el círculo polar ártico. No importa que sea agosto, está frío. Ese choque térmico fue el que produjo que cada uno de los miembros del grupo (bueno, igual uno no lo dijo, pero los demás sí) profiriera una blasfemia al encontrarse con la suave y aterciopelada caricia de la brisa polar.
Tras esta primera toma de contacto recogimos la maleta de uso comunitario y nos dispusimos a conocer al coche que habíamos alquilado. Sin embargo, el destino decidió que el coche que habíamos pedido no estuviera disponible, pero a cambio nos ofrecieron un Suzuki Alto. Creo que llegado dicho punto todos pensamos aproximadamente: Cojonudo, suena a coche grande, vamos a ir amplios. Pero hubo un pequeño e inquietante detalle que llamó nuestra atención. El señor del alquiler de coches nos dijo: Espero que seáis muy buenos amigos. ¡¡ Tchan tchan!! Procediendo a situar mosca detrás de la oreja. Cogimos las llaves y fuimos hacia el parking manteniendo nuestra gran alegría y buen humor. Allí estaba un Suzuki Alto de color blanco que debido a su matrícula bautizamos con el nombre de El Pepemóvil. Existen en el manuscrito original ciertas anotaciones en relación con nuestro medio de locomoción.

“El viaje hace horas que comenzó y nos sentimos más unidos que nunca. ¿El motivo? Esto es un huevo con ruedas. Suzuki Alto. Pero ni alto, ni ancho, ni largo. Tamos apretujaos. M.A conduce.”

El tipo de la empresa de alquiler tenía toda la razón del mundo. El coche era verdaderamente pequeño y para que todos y todo entrase era necesaria una tesis sobre cómo jugar al Tetris.



“Actualmente el contenido de la parte trasera del coche es una N, una Beatriz, un trolley, dos mochilas, una bolsa de deporte además de pan de molde y agua. Conclusión: Achuchurramientus Maximus.”

Pero somos jóvenes, alegres, distendidos y capaces de sonreír incluso en situaciones complejas.






Continuará...

2 comentarios:

  1. Que envidia mas grande ! Yo pase unos dias en Oslo y podia llevar mi chaqueta , siendo de IBIZA y el calor espantoso que teniamos , yo estaba feliz. Soy una apasionada de noruega. Me estoy haciendo un bunad para ir el 17 de Mayo.
    Me gusta tu blog
    Un saludo

    Maria

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  2. En serio te estás haciendo un bunad? De qué región de Noruega te lo estás haciendo? La verdad es que tengo ganas de ver la ciudad el día 17 de mayo, tengo entendido que es todo un espectaculo.

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